Con el equipo inscrito como amateur a la Asociación Deportiva de Bogotá a principios de 1941, la formalización del club era evidentey como no podía ser diferente, el lugar indicado era el punto de encuentro de “Los Santafereños”, el Café del Rhin en el Pasaje Santa Fe, el nombre era un punto clave a definir, el conjunto deportivo no podía seguir siendo “exalumnos del Gimnasio Moderno” ni alguno similar, era muy extenso y no representaba el nuevo sentido del grupo.
